INTRODUCCIÓN

Hoy en día muchos ignoran o saben muy poco sobre la Reforma y a sus actores principales los Reformadores. Cuando escuchamos la frase «La Reforma Protestante», la mayoría de cristianos lo resumen como un evento en el pasado de relativa importancia. Otros los resumen como el evento en el que los evangélicos se separaron de la Iglesia Romana y nada más. Es mi intención que usted se sienta más familiarizado con algunos términos que muchas veces han sido olvidados o malentendidos acerca de este evento de suma importancia en la historia de la Iglesia.

Sin temor a equivocarme se podría decir que la Reforma protestante es el evento que moldeó el mundo moderno como lo conocemos hoy, pero que a la vez está yendo en decadencia, pues la ignorancia de la historia nos hace cometer los mismo errores del pasado.

Para entender la Reforma y a los reformadores, tenemos que entender los precedentes históricos que llevaron a la Reforma a ser el evento más importante de la historia moderna.

LOS PRECEDENTES DE LA REFORMA

En el siglo XVI (1500 dC.) la Iglesia Católica Romana  (desde ahora nos referiremos a ella por sus siglas ICR) había crecido de una manera exponecial, tanto en número como en influencia, opacando y ahogando a otras iglesias cristianas. La ICR parecía más un imperio que una iglesia, pues ejercían dominio sobre los reinos, ponía y sacaba reyes. El Papa clamaba ser la máxima autoridad, el ser sucesor del emperador romano. Por esto la ICR llegó a ser un organismo muy grande y corrupto, lo cual distaba mucho de sus humildes orígenes, con el Señor y sus discípulos. Acá quiero hacer una aclaración muy importante: La ICR no siempre fue así, pero inebitablemente llegó a este punto, por el poder y la influencia que tenía. La ICR tenía control sobre la educación, bautismo, matrimonio, confesiones, funerales, así como muchas organizaciones de caridad, orfanatos, y sobre todo esto, era dueña de un tercio de la tierra en Europa. En este tiempo casi era imposible hacer algo sin el permiso de la ICR, es decir, si una persona quería tener una vida normal tenía que estar bajo la observación y cuidado de la ICR. A pesar de tener a todos bajo su influencia, hacían diferencia entre los aristócratas, dándoles el estatus de “personas más cercanas a Dios”, y el pueblo, dándoles el estatus de “simples”, necesitados de gracia. El analfabetismo  y la segregación mantenían al pueblo ignorante. Es en este contexto encontramos a Martín Lutero (Martin Luther) un actor principal en la Reforma protestante.

VIDA DE MARTÍN LUTERO PREVIA A SU CONVERSIÓN

Martín Lutero nació el 10 de Noviembre de 1483. Sus padres fueron Hans y Margaret Luder. Años después, Martín cambiaría su apellido a Luther que es la combinación de su apellido “Luder” con la palabra griega “Eleutheros”.

Martín Lutero estaba preparándose para estudiar leyes, por presión de su padre quien quería que fuese abogado y reconocido en la sociedad. Lutero terminó sus estudios básicos y se graduó como Bachiller en Artes y Máster en Artes, pero abandonó sus estudios en leyes para dedicarse al estudio de teología; lo cual disgustó mucho a su padre. Para cuando Lutero estaba estudiando derecho, dos de sus amigos cercanos murieron repentinamente y Lutero tenía el constante temor de morir de la misma manera, pues se creía que una muerte repentina era el juicio directo de Dios sobre una persona.

El 2 de Junio de 1505 probablemente un día ordinario para Lutero, salió de su casa con dirección a la escuela de leyes a lomo de caballo. De pronto le cogió una tormenta eléctrica muy fuerte que le hizo temer por su vida. Él tenía miedo de morir como sus amigos, de una muerte repentina. Para este tiempo había la creencia de que una muerte repentina significaba que Dios estaba muy molesto con esa persona y que sería enviada directamente al infierno. Pensando en ésto y en medio de su desesperación Lutero clama a Santa Ana [1] (una tradición muy medieval, de clamar a un santo para que interceda por uno ante el Señor) y le dice: ¡Santa Ana, seré un monje! Si me salvas de ésta, dedicaré mi vida a la oración y el ayuno. Es así como Lutero comenzó su vida en el monasterio de los Agustinos, no tardando en cumplir su promesa y lo hizo con toda seriedad.

LA CONVERSIÓN DE MARTÍN LUTERO

Fueron muchos factores los que llevaron a Lutero a llegar a las conclusiones que llegó, pero es un mito decir que fue una persona rebelde. El tenía una lucha interna sobre su inhabilidad de poder alcanzar el estándar de Dios. Él había aprendido bajo la enseñanza de la ICR que gracia es infundida a la persona en el momento del bautismo, después de esto, la persona tiene que mantener esa gracia que le ha sido dada mediante la confesión de los pecados, penitencias y el cumplimiento de los sacramentos. Pero los pecados no son confesados de una manera simplona, por así decirlo,  uno realmente tiene que estar compungido y arrepentido por su pecado. Ésto causó una lucha en la mente de Martín Lutero, pues muchas veces no se sentía realmente compungido o que no había confesado absolutamente todo. Ahora, quizás muchos estén pensando que Leturo era un exagerado, pero la verdad  es que si llevamos estas doctrinas de la ICR a sus conclusiones lógicas, son realmente imposibles de cumplir y para ello es necesario otras herramientas, que a la larga se alejan de la enseñanza de las Escrituras.

Es en estas circunstancias que Lutero llega a entender Romanos 1:17 no como un estándar imposible de alcanzar, pues es el estándar de Dios, sino un estándar que es alcanzado por Cristo. Es la justicia de Cristo imputada al pecador en el momento que cree.

Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por la fe y para fe; como está escrito: Más el justo por la fe vivirá

No es que Lutero no haya leído este pasaje antes, sino que pasó como muchas veces no pasa a nosotros también, cuando no entendemos algo y de pronto la venda es removida. No se sabe cuándo sucedió el momento de su conversión, pero después de llegar a esta comprensión del texto, el sentimiento de paz de saber que es Cristo quien paga nuestros pecados completamente fue creciendo en su mente y finalmente lo llevó a tener una convicción de vivir bajo este entendimiento.

LAS INDULGENCIAS Y LAS 95 TESIS

Todos tenemos la imagen de que las indulgencias fueron el detonante de la Reforma Protestante, o la gota que hizo rebalsar el vaso. Pero los hechos son que Martín Lutero nunca buscó una disputa con la ICR, ni mucho menos desafiar al Papa (en ese entonces Pio X). De alguna manera movió los simientos de la ICR, pero de una manera accidental.

El Papa Pío X necesitaba fondos para construir el nuevo edificio “la basílica de San Pedro”, y así reemplazar al antiguo edificio construido por Constantino. Haciendo uso de su poder como Papa y máxima autoridad de la ICR y sucesor del emperador romano redacta un edicto para que la gente pueda donar a la ICR. Al donar dinero a la ICR las personas ganaban indulgencias sin la necesidad de tener que pasar por el proceso normal para obtener indulgencias, las cuales consistían en penitencias y peregrinaciones a lugares específicos. En realidad ninguna de estas cosas fueron motivo de escándalo, lo cual era algo normal para la época. Lo que corrompió la situación fue el trato secreto del Papa y el arzobispo de Mainz Albert de Brandenburg, quienes se pusieron de acuerdo para recaudar aún más dinero y así dividir lo recaudado. Albert estaba endeudado en este momento por haber comprado la posición de arzobispo y necesitaba pagar las cuentas, así que les pareció bien el plan a ambos.

El arzobispo Albert contrata a varios predicadores entre ellos al infame Tetzel, quienes iban de pueblo en pueblo predicando sermones cargados de fuego y azufre, por así decirlo, para después decirles que con ofrendar para la ICR la gente podría obtener el perdón de ellos y el de sus familiares; algo así como una versión medieval de los predicadores de la prosperidad de hoy en día.

Martín Lutero como profesor catedrático tenía la costumbre de poner temas de conversación y debates en el periódico mural de la ciudad, es decir en la puerta de la iglesia. Una de ellas fue sus 97 tesis titulada “Disputa contra la Teología Escolástica”. Es así que un 31 de Octubre de 1517 Martín Lutero clava en la puesta de la iglesia las famosas 95 tesis sobre las indulgencias. No fue la intención de Lutero pelearse con el Papa ni con el arzobispo, solo traer a conversación temás académicos con cualquiera que esté dispuesto a debatir sobre el asunto. Las 95 tesis son estrictamente relacionadas con las indulgencias y la manera en que se estaba abusando de ellas. Esto llegó a oídos del arzobispo de Mainz y aunque el Papa no prestó mucha atención al asunto, puso a Lutero en una situación complicada con el arzobispo.

Es así como se desata una serie de disputas, en cuanto a los escritos de Lutero. En esta etapa de la vida de Lutero, él ya había desarrollado un mejor entendimiento de las doctrinas que él buscaba que la ICR debía considerar; no que eran doctrinas nuevas, sino que habían sido casi ignoradas en el tiempo, principalmente la doctrina de la Justificación. Al final, la raíz de la controversia en la Reforma es sobre la autoridad de las Escrituras y su lugar único como la Máxima autoridad, a diferencia de la ICR que sostiene la autoridad del magisterio y a las tradiciones al mismo nivel que las Escrituras. Lutero queda muy decepcionado cuando la ICR no quiere considerar ninguno de los puntos para ser estudiados. Estas doctrinas eran enseñadas y comentadas por algunos de los mismos profesores de Lutero. Recordemos que no es la Idea de Martín Lutero la de separarse y formar una nueva religión, sino la de reformar a la iglesia.

El 15 de Junio de 1520 Lutero recibe una advertencia de excomulgación de la ICR, la cual Lutero no presta atención. El 10 de Diciembre de 1520 Lutero tira al fuego la carta de advertencia, en señal de protesta. El 3 de Enero de 1521 Lutero es oficialmente excomulgado de la ICR y declarado hereje, por lo tanto quedó en manos de las autoridades civiles para su juicio y ejecución.

LA DIETA DE WORMS

El 28 de Enero de  1521 Martín Lutero es convocado a la famosa Dieta de Worms, que era una asamblea de los príncipes del Sacro Imperio Romano Germánico que se llevó a cabo en la ciudad de Worms Alemania. Es en esta asamblea que Martín Lutero es preguntado acerca de sus escritos, si se retractaba de ellos para así salvar su vida. En primera instancia Lutero pide veinticuatro horas para pensarlo. En esa larga noche él pregunta al Señor en oración: “¿soy el único que cree esto?” Al día siguiente le preguntaron la misma pregunta, y afirmó nuevamente que él era el autor de los libros que llevaban su nombre y que no se retractaba de sus enseñanzas.

Lutero dijo:

A menos que no esté convencido mediante el testimonio de las Escrituras o por razones evidentes, ya que no confío en el Papa, ni en su Concilio, debido a que ellos han errado continuamente y se han contradicho,  me mantengo firme en las Escrituras a las que he adoptado como mi guía. Mi conciencia es prisionera de la Palabra de Dios, y no puedo ni quiero revocar nada reconociendo que no es seguro o correcto actuar contra la conciencia. Que Dios me ayude. Amén

Después de decir estas palabras se cuenta que el dijo:

¡No puedo hacer otra cosa; esta es mi postura! ¡Qué Dios me ayude!

A fin de proteger a Lutero al no estar seguros de que se respetaría la garantía de su vida, el Principe Federico organizó un secuestro a Lutero y lo llevaron al castillo de. Wartburg. En su estadía en este castillo Lutero comenzó la traducción de la Biblia al alemán. Tiempo después  cuando Lutero salió del refugio, ya las autoridades no estaban preocupadas por buscar a Lutero y es así como se dedica a su obra de reformar a la iglesia hasta el día de su muerte en 1546

 

Notas:

1  En la tradición se cree que Ana fue la madre de María, madre del Señor

 

Bibliografía:

Documents of the Christian Faith, editado  por  Henry Bettenson y Chris Maunder. Nueva Edición.

Works of Martin Luther Volumen 1

The Bondage of the Will – A Modern English Abridgment

Videografía: https://www.youtube.com/channel/UCrI5U0R293u9uveijefKyAA    Enseñanzas sobre la historia de la Iglesia por Ryan M. Reeves (PhD Cambridge)

Escrito por Christian Santos

 

 

Esté artículo continuará con la vida de Juan Calvino